Aproximación al Derecho del Audiovisual
José Antonio Suárez Lozano
1995
Coeditado con la Comunidad Autónoma de Madrid
Este libro que hoy editan la Comunidad de Madrid y EGEDA, y que es el segundo que resulta de su acuerdo de promoción del audiovisual, nació con la intención de ser un manual que sirviese como introducción al derecho del audiovisual de quienes recién licenciados se incorporaban a nuestro despacho profesional. Posteriormente, José María Forqué, entonces presidente de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA), me animó a que construyese un texto más amplio, que pudiese servir como manual de referencia.
A medida que fui profundizando en su redacción, me encontré con dos circunstancias que conocía, pero a las que, tal vez, no había prestado suficiente atención. La primera es que la práctica totalidad de nuestra literatura jurídica en materia de derechos de propiedad intelectual refleja un punto de vista exclusiva y excesivamente autoral; la segunda es la carencia de textos más o menos completos, pues la mayor parte de los que he podido localizar son trabajos parciales y de espectro voluntariamente limitado. Ello me ha obligado a conjuntar el tratamiento genérico, además de cambiar el eje argumental del análisis, del autor a la propia Ley y a la experiencia industrial del sector. El resultado es un tanto heterodoxo para los cánones autorales, pero creo que el mismo acomete dos tareas esenciales. La primera reivindicar la importancia del productor en el proceso del audiovisual, del que es su motor, es decir quien inicia y mantiene la marcha. La segunda hacer buena la máxima "in claris non fit interpretatio", mediante una lectura no interpretativa de la Ley de Propiedad Intelectual donde ésta es clara, pues con demasiada frecuencia se recurre a explicaciones "pro bono suo" de los autores; y no se interprete como una negación del carácter tuitivo de la Ley, sino como una negación de que los autores sean los únicos dignos de recibir su protección. Por ello no debe interpretarse que sea éste un libro a favor o en contra de. Simplemente he intentado una relocalización de cada uno de los profesionales en el proceso audiovisual, emplazándolos en el lugar que a cada uno de ellos destina tanto la Ley, como la práctica industrial del sector. El hecho de que esta relocalización ponga de manifiesto ciertos excesos en el ejercicio de algunos derechos, no hace sino abundar en lo injustificado, desde el punto de su mera existencia, del hecho abusivo.
No es frecuente, y de ello soy plenamente consciente, que un libro jurídico, en lo que tiene de opinión, esté escrito en primera persona. La elección es plenamente voluntaria, puesto que el texto refleja un punto de vista personal. Y me habría parecido una falta de honestidad profesional dejar traslucir opiniones sin dejar patente que las asumo, máxime cuando, adicionalmente, contiene, además del componente teórico, una cierta parte de práctica, que deja traslucir no sólo casi veinticinco años de experiencia profesional, sino los conocimientos indrustriales que he intentado adquirir durante ese tiempo.
[ Extraido del Prólogo, escrito por José Antonio Suárez Lozano, autor, en Madrid, Julio de 1995. ]