
Conocer a tu público es importante, pero que tú público conozca tu obra y las razones que te impulsan a desarrollarla es esencial cuando hablamos de crowdfunding. Y para ello, la mejor manera de venderse es la brevedad, la naturalidad, la sinceridad y la autenticidad: ser uno mismo impresiona más y aburre menos que una larga charla explicativa. Esa es la esencia que debe quedar plasmada en tu presentación.

8 Septiembre 2025
En cualquier campaña de crowdfunding, el video pitch no es solo un complemento: es una carta de presentación, la mejor manera de condensar un buen proyecto en unos minutos para establecer una conexión emocional con los posibles mecenas. Bien realizado, puede marcar la diferencia, y solo necesitas tener en cuenta un par de detalles.
Luces, cámara y acción… ¿quién debería ser el protagonista de cada vídeo? Todos los casos de éxito apuntan a una misma premisa: los proyectos que mejor conectan con los mecenas son los que tienen un rostro y una voz detrás. No hay que esconder al equipo… ¡todo lo contrario! Tú y tus colaboradores sois quienes más conocéis vuestro trabajo y quienes mejor podéis encajar con vuestra audiencia. Por lo tanto, es muy importante que mostréis quiénes sois, por qué queréis hacer esta propuesta y qué os motiva a ello. Así que, una vez estéis ante el pilotito rojo, sed naturales, cercanos y honestos, como si estuvierais contándole vuestra idea a un amigo. Eso sí, con brevedad. Vivimos en un mundo que, precisamente, lo mueve la falta de tiempo para todo. Por ello, sería recomendable no superar más de dos minutos de duración.
En ese tiempo, además de la naturalidad, hay que dejar claro cuál es la historia que hay detrás de cada proyecto. Más allá del argumento, los mecenas quieren saber por qué esta historia y por qué ahora. Es por eso que subrayamos la importancia de contar una breve sinopsis desde la emoción, mostrar la motivación que impulsa a querer vivir esta aventura de micromecenazgo y, sobre todo, destacar qué hace única cada propuesta.
Para esto, no es necesario un gran presupuesto, ¡ni siquiera tener el proyecto ya finalizado para subir necesariamente el teaser definitivo! Eso sí, lo visual es llamativo e introducir imágenes de referencia como bocetos, moodboards, un making of o escenas de ensayos hará que el espectador se cree una idea más acertada del concepto que se quiere transmitir. Para ello, la estética debe ser coherente con el tono de cada obra. Por ejemplo, si es un thriller oscuro, el vídeo debe reflejarlo con imágenes cuya gama cromática sea acorde al relato.
Sin embargo, además de emocionarse, un mecenas también quiere entender lo que ven y cómo pueden participar. Por eso, hay que dejar claro: cuánto se necesita, para qué se va a usar lo recaudado, qué etapa se está financiando y qué pasará cuando se alcance el objetivo. Pero ¿cómo condesar tanta emoción y tanta información en un vídeo de máximo dos minutos? Nada de agobios, sí se puede. Una idea increíble es, por ejemplo, usar elementos visuales como gráficos simples, texto en pantalla o animaciones que pueden reforzar y dinamizar la idea.
Y si se habla de la manera de ayudar, no se puede dejar de lado las recompensas por tal colaboración. Aprovecha tus minutos en la pequeña pantalla para contar qué ofreces a cambio del apoyo y cómo lo harás llegar. Es más, si lo tienes a mano como, por ejemplo, un fotograma firmado, muéstralo. Hacer visible lo que el mecenas recibe genera mayor compromiso.
El final de todo video pitch debe ser, sí o sí, una llamada a la acción. El mensaje final se debe cerrar con una invitación al apoyo directa y positiva. No se trata de suplicar ni presionar, sino de abrir las puertas al mecenas para que sea parte del proyecto. Algunas fórmulas que pueden funcionar son: “Te necesitamos para contar esta historia”; “Únete y forma parte del equipo desde hoy”; y “Haz posible esta película con nosotros”. Cuando el vídeo esté terminado, montado y editado, antes de subirlo, es importante subtitularlo para que, de esta manera, pueda llegar bien a todos los públicos.
Y es que no existe el video pitch perfecto, ni tampoco tienes que invertir grandes cantidades económicas en él, pero sí debe ser sincero, claro, emocionante y auténtico. Mientras miras al objetivo de la cámara, piensa que estás mirando a tu comunidad a los ojos y le estás diciendo: “Quiero crear esto. ¿Me ayudas a hacerlo posible?”. Desde Platino Crowdfunding respondemos SÍ (en mayúsculas) a esta pregunta y, por eso, ponemos a tu disposición nuestra plataforma para que sirva de escaparate visual e informativo y, así, ser la base que impulse a tu proyecto a conseguir todos sus objetivos. Si necesitas alguna idea, siempre puedes echar un vistazo a proyectos con presupuestos similares al tuyo. Y, si por el contrario, tienes claro que tu historia merece ser conocida, pulsa REC y cuéntanosla. Estamos deseando descubrir tu talento.